martes, 12 de agosto de 2008

Dracula

Love Song For A Vampire







"He cruzado oceanos de tiempo para encontrate" Dracula

"El hombre más afortunando del mundo es aquel que encuentra el amor verdadero"

Quizás estás dos frases se quedaron gravadas en mi memoria a fuego el día que las oí por primera vez cuando tenía la temprana edad de 14 primaveras. Recuerdo esas tarde de paseo de mayo por mi ciudad natal, Úbeda. Esos campos de olivos como un manto verde que lo tapaba todo incluso a la lejanía. Tardes y tardes y momentos furtivos en los que mi madre no me controlaba me escapaba a la salita a ver ese cachito de película que tanto me gustaba.

Los años no han hecho que se mitigue y se disipen en mi memoria, quizás al contrario se han enquistado de tal manera que ya no hay manera de echarlos. Es curioso que yo tenga una manera tan racional, quizás, de ver la vida e incluso las relaciones pero luego esta "ese mundo de fantasía, o ese mundo paralelo" en el que todo es posible y existe ese amor verdadero. El amor puro y limpio que un hombre y una mujer se pueden profesar a lo largo, no de años, sino de centeranes de años.

Yo entiendo está película, conforme la explica Coppola, como la gran Historia de amor de la humanidad. En la que un hombre por amor renuncia a su vida y espera a su amada durante casi 500 años. Después de esa larga espera no es capaz de llevar a cabo lo que había planeado pare ellos porque la querie demasiado. Una historia en la que el amor se hace más y más grande hasta llegar a unidades de medida cosmicas. Un bonito ejemplo a seguir.

Con esto concluyo con la ferrea opinión de que la muerte no es el final de todo, sino el principio de lo que quieres a una persona. Vamos conociendo a gente a lo largo de la vida. En este teatro en el que nos movemos, conocemos personas que tienen en apariencia papeles muy pequeños, quizás casi insignificantes por su limitada duración en el tiempo pero eso no los hace menos importantes. Lo que marca la importancia de esos personajes es que nos marcan, en mayor o menor medida y nos ayudan a ser lo que somos. Con nuestros defectos y nuestras virtudes y enfrentándonos con todas ellas al mundo.

Una persona no muere, no puede morir porque sigue viva en ti y se transforma. De tí pasa a mi y de mi a mi gente. Eso hace que esa persona sea infinitamente importante para la humanidad. Viva las grandes personas!!!!

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